Por supuesto que, para aprender una lengua, lo primero que actúa es nuestro cerebro de modo que, habría que estudiar qué conductas sigue nuestra mente para hacer ciertas cosas; en este caso, para aprender un idioma. Es por esto que he situado la psicología en el centro de las raíces. Posteriormente, entraría en juego la lingüística, pues necesitamos saber qué queremos enseñar para, por último, ayudarnos de la pedagogía y así saber cómo podemos enseñar esos contenidos y cómo podemos dotar al alumno de herramientas que le permitan aprender a aprender.
“Explicar algo a otra persona es la mejor manera de interiorizarlo, el proceso de adquisición de conocimientos finaliza cuando se verbaliza. Si no lo sabes explicar, no te lo sabes”.The neglected variable in education, de Johnson, D. W. y Johnson, R (publicado en Educational Researcher en 1981).
sábado, 13 de junio de 2015
Relación existente entre psicología, pedagogía y lingüística.
Verdareramente, si tuviese que jerarquizar estas tres ciencias (entiéndase la psicología como una Ciencia de la Conducta), encontraría problemas para saber cuál actúa primero.
Por supuesto que, para aprender una lengua, lo primero que actúa es nuestro cerebro de modo que, habría que estudiar qué conductas sigue nuestra mente para hacer ciertas cosas; en este caso, para aprender un idioma. Es por esto que he situado la psicología en el centro de las raíces. Posteriormente, entraría en juego la lingüística, pues necesitamos saber qué queremos enseñar para, por último, ayudarnos de la pedagogía y así saber cómo podemos enseñar esos contenidos y cómo podemos dotar al alumno de herramientas que le permitan aprender a aprender.
Por supuesto que, para aprender una lengua, lo primero que actúa es nuestro cerebro de modo que, habría que estudiar qué conductas sigue nuestra mente para hacer ciertas cosas; en este caso, para aprender un idioma. Es por esto que he situado la psicología en el centro de las raíces. Posteriormente, entraría en juego la lingüística, pues necesitamos saber qué queremos enseñar para, por último, ayudarnos de la pedagogía y así saber cómo podemos enseñar esos contenidos y cómo podemos dotar al alumno de herramientas que le permitan aprender a aprender.
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